Ingreso a la Uady: las otras elecciones
Dulce María Sauri Riancho
Hay
mucha vida después del 1 de julio. Para una mayoría de mexicanos no son los
próximos comicios y las campañas su núcleo principal de preocupación. Hay otras
elecciones que están en marcha. Quienes observamos y comentamos sobre el
acontecer cotidiano de miles de familias yucatecas sabemos la importancia que
tienen estos meses de preparación para el examen de ingreso a la Universidad
Autónoma de Yucatán. En días recientes, las autoridades universitarias dieron a
conocer que el número de aspirantes había crecido 20%, al pasar de 12,118, para
el ciclo actual, a 14,990 jóvenes hombres y mujeres que intentarán obtener uno
de los ansiados lugares para cursar sus estudios en la mejor universidad
pública de la región. Varias preguntas surgen de la lectura de estas cifras.
¿Por qué se incrementaron las solicitudes de un año a otro? ¿Cuáles son las
carreras con mayor demanda y, por increíble que parezca, cuáles ofrecen más
lugares que aspirantes a ingresar a ellas?
Anotarse
para aspirar a ingresar a una determinada facultad o carrera es una de las
primeras grandes decisiones en la vida de muchos jóvenes. Responden a
determinaciones de carácter individual y familiar, pero también pueden
demostrar el grado de éxito de las políticas públicas destinadas a fomentar el
empleo digno, con buenos salarios, para quienes entrarán al mercado laboral con
un título de educación superior en sus manos. Estos datos también pueden dar
luz sobre las expectativas de las familias, lo que llamamos movilidad
intergeneracional, el deseo y el esfuerzo de los padres para que sus hijos
tengan más oportunidades que ellos. Y esto pasa por lograr un título
universitario.
Las
carreras
Son más
de 46 opciones de licenciatura que ofrece la Universidad Autónoma de Yucatán
para el ciclo escolar 2018-2019. Entre ellas escogieron los casi 15 mil
aspirantes registrados. La mayor disparidad entre la oferta de la institución y
la demanda de ingreso se da en Medicina, donde sólo hay disponibles 185 lugares
cuando se inscribieron más de tres mil 500 aspirantes a ingreso. En general,
las ciencias de la salud, que además de medicina abarcan enfermería, cirujano
dentista, rehabilitación, nutrición, tienen pocos lugares disponibles frente al
número de aspirantes. Por ejemplo, con 105 sitios en Mérida (70) y Tizimín
(35), la licenciatura en Enfermería registró 872 aspirantes. Casi 700 jóvenes
(684) desean ingresar a cursar la carrera de Cirujano Dentista; sólo 100 de
ellos lo lograrán. Rehabilitación tuvo una demanda de 467 personas, frente a
una oferta de 55 lugares. Nutrición también excede sobradamente sus 55 sitios
disponibles, cuando 288 jóvenes aspiran a cursarla. Medicina Veterinaria
registra un elevado número de aspirantes —745— que rebasan los 114 lugares disponibles.
Proporcionalmente, Arquitectura y Derecho son altamente atractivas para los
aspirantes. La primera registró 727 solicitudes cuando su capacidad de atención
es sólo de 150 personas. Derecho, tradicionalmente uno de los espacios más
dispu- tados, tiene también una de las mayores disponibilidades, 300, para sus
993 solicitantes. Sólo lo supera Contaduría, que frente a sus 385 lugares (350
en Mérida y 35 en Tizimín), recibió 774 solicitudes. Todas las ingenierías,
comenzando por la más conocida, Civil, registraron demanda superior en dos o
tres veces su disponibilidad. Es una buena noticia para las políticas
gubernamentales de atracción de empresas de base tecnológica, para las cuales
la población educada en estas disciplinas es uno de sus principales requerimientos.
En contrapartida, algunas licenciaturas, muy pocas, se quedaron con lugares
vacantes. Por ejemplo, Administración de Tecnologías de la Información (60
lugares, sólo 46 registrados); Arqueología (30 y 22 respectivamente); Ciencias
de la Computación (30 y 29); Diseño del Hábitat (55 y 37); Ingeniería en
Alimentos (35 y 34).
Después
del 13 de junio
Ellas y
ellos verán el tercer debate entre los candidatos presidenciales que se llevará
al cabo en Mérida el 12 de junio, comiéndose las uñas, porque al día siguiente,
13, se darán a conocer los nombres de los aprobados en el examen del 27 de
mayo. Sólo uno de cada cuatro logrará su propósito de inscribirse como alumn@
de nuevo ingreso en la Uady para el ciclo 2018-2019. ¿Qué pasará con los demás?
Casi 11 mil jóvenes tendrán que buscar lugar en las universidades y centros de
educación en el estado, sean públicos o privados. Es cierto que, como dice el
gobierno, hay cupo en los planteles de educación superior de la entidad para
casi tod@s quienes lo demanden. Pero no es explicación para aquellos que
deseaban estudiar medicina, enfermería o arquitectura en la Uady pero que, al
no lograr su ingreso, verán cómo esa aspiración se escapa. Por otra parte, la
estrategia de innovación y desarrollo de la economía del conocimiento en
Yucatán representa una gran oportunidad para los egresad@s de ciencias exactas,
de conseguir un buen empleo en su propia tierra.
Reforzar
y profundizar las opciones de educación superior para la juventud yucateca es
una demanda social. ¿Qué se proponen hacer los candidatos al respecto? La
pregunta vale, más cuando en el debate presidencial que se llevará al cabo en
Mérida uno de los temas es precisamente la educación. Tendremos que ver con
lupa propuestas demagógicas que buscan eliminar exámenes de admisión; conocer
los alcances de sus iniciativas sobre becas o apoyos para encontrar empleo. Qué
piensan del mejoramiento académico en las instituciones de educación superior
de carácter privado: lograr que pasen de “patitos” a “cisnes” por la calidad
que alcancen sus egresados. Son demandas concretas y específicas.
Veamos
qué dicen al respecto quienes se someterán en breve a otro examen, el de la
ciudadanía.— Mérida, Yucatán